Domingo 11 de marzo de 2018.
El Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos detectó en el último trienio un creciente consumo de productos para el dolor, no sólo los de venta libre como ibuprofeno, sino también de los recetados tipo “opiáceos”.
Unas 5.400 personas mueren cada año por el abuso en el uso de analgésicos, según se desprende de un relevamiento llevado adelante por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímico (SAFYB), que alertó que este tipo de sobredosis aumentó un 30% en los últimos tres años.
“El consumo de medicamentos para el dolor creció a niveles descontrolados en Argentina, donde mueren 5.400 por año por abuso de estas drogas”, denunció el sindicato cuyo titular es Marcelo Peretta.
Para la entidad, la situación es resultado de la falta conciencia sobre los peligrosos efectos secundarios de los analgésicos y de una publicidad que tiende a estimular irresponsablemente su consumo.
SAFyB, que releva anualmente el consumo de fármacos por categoría, detectó en el último trienio un creciente consumo de productos para el dolor, no sólo los de venta libre como Aspirina, Paracetamol oIbuprofeno, sino también de los recetados tipo “opiáceos”, como Oxicodona, Codeína y Morfina.
“La gente tiene baja tolerancia al dolor y comienza desde edad temprana a consumir analgésicos, primero de los leves y luego de los potentes; hay automedicación y sobreprescripción” sostuvo el informe de SAFYB.
Según afirmó la entidad, “el 85% de los adultos utiliza analgésicos de venta libre. Dos tercios lo hace mensualmente y un tercio semanalmente, aunque sin conocimiento sobre cómo seleccionarlos e ingerirlos adecuadamente”.
En este sentido, el sindicato señaló como factores coadyuvantes la “falta de información por parte del farmacéutico” y que los médicos recetan cada vez más analgésicos opiáceos para dolores de espalda crónico y de articulaciones, ya que los productos comunes no resuelven.
“Pero cabe señalar que los productos para mitigar el dolor son adictivos y producen efectos secundarios como dolor estomacal, daño renal y hepático e hipertensión arterial”, advirtió Peretta, quien resaltó que los más potentes (analgésicos) provocan la muerte del paciente por asfixia, debido a que suprimen su capacidad para respirar.