Domingo 11 de febrero de 2018.
Una compañía del sur de Japón desarrolló un método de cultivo de bananas a través del congelamiento de los plátanos y su posterior replantado que produce una variante de la fruta con cáscara comestible.
Este no es el primer invento japonés en el mercado de las frutas ya que hace unos años un agricultor inventó la sandía cuadrada para que fuera más fácil de transportar y, a su vez, que los consumidores pudieran guardarla en heladeras con espacio reducido.
En todo el mundo, las bananas se cultivan a temperaturas que oscilan constantemente alrededor de los 27°C, pero la empresa nipona D&T Farms mantiene los plátanos congelados a -60° y los replanta inmediatamente a temperatura tropical.
El cambio tan brusco de temperatura provoca un crecimiento ultra rápido del plátano en el que la cáscara de la banana no llega a madurar y queda fina, suave y suficientemente dulce como para comerla con el resto de la fruta, detalló el sitio Quartz de noticias citando a la prensa japonesa.
La llamada "banana de Mongee" está disponible en lotes muy chicos, de 10 unidades, que se venden todas las semanas en el establecimiento minorista regional Tenmanya Okayama, a seis dólares cada una.