El gobierno bonaerense quiere que este año la negociación con los docentes trascienda la discusión salarial e incluya temas complejos y sensibles para los gremios como las licencias y el ausentismo.
Domingo 11 de febrero de 2018.
María Eugenia Vidal ya dejó trascender que entre las alternativas que pondrá sobre la mesa para mejorar la propuesta salarial está un pago no remunerativo por presentismo. El plus le serviría a la gobernadora para no superar el techo del 15 por ciento y, a la vez, para incentivar a los maestros a que no se sumen a eventuales paros. La ficha difícilmente prospere. Los gremios ya avisaron que no aceptarán que la asistencia se convierta en una variable salarial.
La última cifra oficial difundida por la provincia es del año pasado y ubica el ausentismo docente en un 17 por ciento.
El gobierno bonaerense también pretende hacer foco en el régimen de licencias. Las irregularidades detectadas por el Ministerio de Educación que conduce Gabriel Sánchez Zinny incluyen centenares de licencias gremiales injustificadas, entre ellas, las llamadas “órdenes técnicas de servicio”, que habilitan a los maestros a cobrar como si estuvieran frente a un aula, pero que solo desempeñan tareas gremiales, además de agentes que cobran un salario docente y no van a trabajar.
En La Plata admiten que el régimen laboral de los maestros está plagado de “vicios estructurales” y que “faltan controles”.
También reconocen que modificar el estatuto docente para cambiar, por ejemplo, el sistema de licencias no está hoy en análisis. Ese debate requeriría el consenso de los gremios y el acuerdo de la oposición. Ninguno es hoy alcanzable. Menos, a las puertas de la paritaria y con el comienzo de clases (y la amenaza de paros) a 20 días de distancia.