La provincia en una encrucijada: descomprimir el exceso hídrico en un partido implica escurrir las aguas hacia otro territorio, lo que trae aparejado una nueva problemática.
Lunes 25 de setiembre de 2017.
El manejo de las aguas en territorio bonaerense volvió a enfrentar a los intendentes de los distritos más castigados por las inundaciones, quienes pusieron al Gobierno provincial en una nueva encrucijada y le reclamaron que actúe como moderador de los conflictos.
Pero la solución no es sencilla: descomprimir el exceso hídrico en un partido implica escurrir las aguas hacia otro territorio, lo que trae aparejado una nueva problemática si se tiene en cuenta que casi toda la provincia se encuentra complicada por las inundaciones.
En ese sentido, la zona de las Lagunas Encadenadas en el Oeste bonaerense volvió a ser noticia: una nueva polémica estalló luego de que el intendente de Guaminí, Néstor Álvarez, pidiera la realización de un trasvase de agua a Epecuén, iniciativa que fue rechazada de manera rotunda por su par de Adolfo Alsina, David Hirtz.
Los jefes comunales son las autoridades del Comité de Cuenca que volverá a reunirse por esta problemática el próximo martes 26 a las 11 horas en La Madrid, y supieron ser aliados cuando juntos reclamaban por la construcción de un tapón derivador en la zona de Coronel Suárez, que los enfrentó con productores rurales de otros distritos.
“La reunión del martes va a ser muy tensa. No va a ser fácil porque nadie quiere más agua pero, en el marco del diálogo hay que trabajar en conjunto”, dijo Álvarez, quien adelantó que ya cuenta con el apoyo de sus pares de Coronel Suárez, Daireaux y La Madrid.
Desde Guaminí argumentan que la laguna Alsina (la más alta de la cuenca) está casi en su nivel máximo histórico, lo que trae complicaciones en localidades de ese distrito. Mientras aseguran que Epecuén (la laguna más baja) está cinco metros abajo, por lo que aún estaría en condiciones de recibir agua.
Para Álvarez la resolución del conflicto es “urgente” porque las localidades de Garré, Casbas y Bonifacio están en peligro. Incluso esta última fue noticia esta semana luego de que el agua llegara hasta el cementerio y el hospital. Sin embargo, Hirtz mantiene su rotunda negativa: “Apuntan a inundar nuevamente Epecuén para resolver la crisis”, señaló en una carta abierta. “No estamos dispuestos a permitir que ello ocurra por segunda vez. Es absolutamente falaz la opinión de que a Epecuén le caben cinco metros más de agua”, agregó.
La defensa del jefe comunal radica en que tras la histórica inundación que la dejó en ruinas en 1985, Epecuén –que llegó a tener 1.500 habitantes- se convirtió en un importante atractivo turístico.
En la reunión del martes se espera la presencia del subsecretario de Infraestructura Hidráulica, Rodrigo Silvosa, quien deberá encontrar una salida que conforme a la mayoría, mientras se aguarda por las soluciones de fondo. En algo sí coinciden los intendentes de esa zona: el verdadero alivio llegará con la reconstrucción del Partidor de Piñeyro, una obra proyectada por la Provincia, que regulará el manejo de las aguas del sistema de lagunas.
Fuente: Infonoroeste.