Martes 7 de febrero de 2017.
Los datos aportados por el fiscal Sergio Terrón, titular de la UFIyJ 5, quien en la actualidad lleva adelante la investigación por el siniestro vial del fin de semana en Ruta Nacional 7 y en el que murieron una mujer de 27 años y su pequeño hijo de apenas 6, plantean una realidad de acuciante perfil social.
Con datos de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, señaló que “murieron en un año, 606 personas por mes, veinte por día, y de ese total, 2.211 son las víctimas en la provincia de Buenos Aires”
“El cincuenta por ciento pertenecen a causas donde está involucrado el alcohol. Es decir, alguno de los conductores estaba alcoholizado, lo que demuestra el efecto determinante”.
“Si descontamos 3634 personas al total, la mitad estaría viva sin la presencia del alcohol. Por lo que transforma es un efecto determinante”.
Las cifras son alarmantes, pero aún adquieren más relevancia cuando se contrapone con otra cuestión que no es menor: “los fines de semana, de cada diez accidentes nueve son por ingesta de alcohol”
“Acá hay que cambiar el paradigma. Si conducimos alcoholizados nos tenemos que hacer cargo y afrontar las consecuencias y saber que podemos ir a la cárcel. Si no empezamos a cambiar, no va a haber nunca una solución”
La tragedia del pasado sábado. La inquietud y preocupación del Dr. Sergio Terrón, tuvo un disparador: el siniestro vial que se cobró dos víctimas fatales el sábado pasado en la Ruta Nacional 7
El funcionario señaló a LA VERDAD que la carátula del hecho es “Doble homicidio y lesiones graves con dolo eventual”, a lo que agregó que “son muy pocos los casos de choques de vehículos así calificados en otras causas en el país y cuando es así es porque hubo exceso en la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de las personas que van conduciendo”.
La calificación de dolo es cuando se entiende que aquel que bebe puede representarse potencialmente el daño que puede llegar a ocasionar y si pese a eso acepta el probable resultado y sigue consumiendo alcohol.
En el hecho de marras “está probada la ingesta. Está totalmente acreditado porque hay pericias de alcoholemia que dan un grado de alcohol en exceso” al conductor que protagonizó el siniestro, señaló Terrón.
“Hay una toma muy próxima al momento del hecho de arroja 0,88 y otra cinco horas después que arroja 0,69 o sea que si hacemos la proyección da por encima de un grado. Por lo tanto, sin dudas ha conducido alcoholizado”
