Jueves 26 de enero de 2017.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) logró un importante avance: la puesta en marcha de la primera planta de reciclado de pilas de la Argentina.
Funciona a pocos kilómetros del centro de La Plata, en Gonnet, en la Plapimu-Laseisic (Planta Piloto Multipropósito y Laboratorio de Servicios a la Industria y al Sistema Científico), un centro de investigación y desarrollo de diferentes proyectos perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires.
"La planta fue concebida, diseñada e instalada con un método simple, económico y absolutamente sustentable", destacó el doctor en química Horacio Thomas, a cargo de la Planta y director del laboratorio.
"La idea fue desarrollar un proceso que permitiera recuperar los metales presentes en las pilas agotadas, logrando un doble propósito: evitar la contaminación de suelos y aguas subterráneas y al mismo tiempo recuperar los metales para su reutilización, disminuyendo la explotación minera y la contaminación en la producción de los mismos".
El proyecto tuvo su inicio en 2012 como una prueba piloto y recién ahora está completamente operativa. El desarrollo de la planta tiene un costo de 400.000 pesos.
La Planta Piloto Multipropósito no es un centro de acopio de pilas sino un laboratorio de investigación y desarrollo que tiene por finalidad el cuidado del medio ambiente. A futuro, se espera que la tecnología empleada allí pueda ser aplicada en distintas provincias.
Thomas informó que en el municipio bonaerense de Pellegrini se encuentran trabajando en la construcción de una planta de tratamiento de residuos sólidos y urbanos junto con la Autoridad del Agua de la Provincia, en la cual se incluirá una planta de tratamiento de pilas para ese municipio de 5.000 habitantes.
"Es importante que los municipios asuman el compromiso del cuidado del medio ambiente, consideramos que los costos de instalación son bajos y el beneficio de proteger nuestra tierra es muy alto", explicó.
"En la Argentina, cuando una pila ya no sirve se la tira junto con la basura domiciliaria y termina en rellenos o basurales a cielo abierto. Con el paso de tiempo y por descomposición, sus elementos se oxidan y derraman diferentes tóxicos en el suelo, agua y aire. Lo mismo sucede cuando se quema en basureros o se incinera".