Martes 15 de noviembre de 2016.
Solemos buscar algo para beber recién cuando sentimos sed, pero desde la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND) advierten que esa práctica es un error, sobre todo en momentos de intenso calor.
“La sed es un mecanismo tardío del organismo para recuperar el balance de líquido que ha ido perdiendo, normalmente, a través de la orina o la transpiración. En verano, esperar a sentir la necesidad para recién tomar algo puede llevar a la deshidratación y convertirse en un problema para la salud.
“beber antes de tener sed”
Recomendaciones básicas para evitar la deshidratación:
- Facilitar a los niños la rutina de ingesta líquidos. Se aprende a beber de la misma manera que aprendemos a comer.
- Tomar un vaso de agua cada dos horas, para garantizar cumplir con la recomendación diaria.
- Chequear el color de la orina. Si está clara es sinónimo de buena hidratación; si está oscura es señal de que se debe tomar más líquido.
- No esperar a tener sed para hidratarse.
- Servir agua para acompañar todas las comidas.
- Ofrecer a los chicos agua en lugar de bebidas azucaradas.
- Tomar agua antes, durante y después de la actividad física.
Las nuevas Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan que del total de líquidos ingeridos por día, 8 vasos (o dos litros) correspondan a agua segura. Estos requerimientos se incrementan cuando las temperaturas son altas y durante la actividad física, ya que se pierde más líquido por la sudoración
La deshidratación provoca una disminución del rendimiento deportivo y un mayor riesgo de golpe de calor por esfuerzo, con síntomas como calambres, desvanecimiento, agotamiento e insolación grave. En cambio, estar bien hidratado favorece un óptimo rendimiento mental y físico.
Aunque no existe una definición absoluta, solemos referirnos a la deshidratación como una disminución del contenido total de agua en el cuerpo debido a una pérdida excesiva de fluidos, a una disminución de la ingestión de líquidos o a la combinación de ambas cosas.
Una deshidratación de tan sólo el 2% del peso corporal, reduce el rendimiento en tareas relacionadas con la atención, la memoria, empeora el estado de ánimo y disminuye el rendimiento aeróbico durante el ejercicio físico.
Cabe aclarar que en términos de calidad, no todas las bebidas hidratan por igual y el agua resulta la opción más saludable.
Elegir agua pura permite incorporar una bebida que no agrega calorías extras en su consumo y brinda sensación de saciedad. Por esto, es fundamental que esté al alcance de toda la población.