Lunes 11 de julio de 2016.
Cada vez más usuarios de tarjetas de crédito y débito en la Argentina son víctimas de organizaciones delictivas que clonan los datos de los plásticos para utilizarlos luego en el mercado negro y concretar estafas.
Este tipo de fraude se vuelve cada vez más habitual en el país y las víctimas pueden sufrir el robo de información a través de compras por Internet, de cajeros automáticos alterados y de transacciones en comercios cuyos empleados estén en connivencia con los delincuentes.
El abogado especializado en delitos informáticos Daniel Monastersky, recientemente nombrado como uno de los nueve miembros del Consejo Asesor del Foro Mundial de Ciberseguridad, explicó que los malvivientes “guardan los datos de la banda magnética y luego los vuelcan en una tarjeta en blanco para poder operar”, según publicó Diario Popular.
El letrado explicó que en la banda magnética hay datos claves del usuario, como nombre y apellido, Documento Nacional de Identidad, número de cuenta y código de seguridad.
En el caso de los negocios, la duplicación de la tarjeta se puede producir a través de un empleado alertado por los delincuentes que utiliza una cámara para guardar los datos o un aparato llamado Skimmer, que funciona como lector y se puede conseguir a 8.500 pesos en Mercado Libre.
“Pasan la tarjeta por el dispositivo cuando vos pagás y guardan la banda magnética en una memoria. Después lo bajan con una computadora y con otro dispositivo similar vuelcan los datos para poder armar una tarjeta que esté en blanco”, puntualizó Monastersky.
A su vez, advirtió que una situación similar puede ocurrir en los cajeros automáticos.
“Se arma un dispositivo parecido, donde la ranura se ve igual. Entonces, ponés la tarjeta, pasa, hacés la operación y te copian la banda”, precisó.