Viernes 17 de junio de 2016.
Los costos logísticos impactan en la competitividad de las economías regionales y también en la exportación de productos estratégicos, como es el caso de la soja argentina que va a China.
Distintos analistas se ocuparon de la temática en los últimos días, como Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti del Ieral de la Fundación Mediterránea.
Señalaron que “uno de los grandes desafíos consiste en la reducción de los costos logísticos y de exportación, donde la Argentina rankea mal en las comparaciones internacionales”.
De acuerdo a un relevamiento propio, los costos logísticos y de exportación representan entre el 4% y el 25% del valor en planta de una muestra de productos regionales, y son sus dos componentes más relevantes los gastos en puertos y los fletes terrestres internos.
“Lograr un recorte en estas erogaciones puede ser equiparable a una suba exitosa del tipo de cambio, a una modificación cambiaria que no se traslada rápidamente a costos”, dijeron.
En este sentido difundieron un ejercicio de simulación simplificado en una operación de exportación de garbanzos (desde el centro de Córdoba) y concluyeron que una baja del 30% de los actuales costos logísticos tendría un impacto similar a una suba del 9,8% del tipo de cambio nominal.
Por su parte, los más altos responsables del departamento de Economía de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Julio Calzada y Patricia Bergero, rescataron un informe del Banco Mundial que evaluaron intensamente.
El Banco Mundial (BIRF) analizó los costos logísticos de la soja en Argentina y efectuó comparaciones con Estados Unidos y Brasil para llegar a la conclusión de que en nuestro país son caros, pero más baratos que los brasileños.
Trasladar soja desde una explotación agropecuaria en Estados Unidos a China sale 73 dólares la tonelada, si se cuentan los costos de logística y transporte.
Calzada y Bergero destacaron que el informe del BIRF precisó que llevar a China desde un campo argentino cuesta 123 dólares la tonelada y desde una explotación en Brasil cuesta U$S 163 la tonelada.
El trabajo del Banco Mundial enfatiza particularmente en los costos del transporte terrestre, camionero, entre otros, y calcula que la carencia de buenos accesos viales a los puertos del Gran Rosario genera un sobrecosto de U$S 8,1 la tonelada de soja, una cifra que los especialistas rosarinos consideraron “impactante”.
Además mencionaron otro informe del Banco Mundial sobre Argentina, Paraguay y Uruguay, que resalta algo realmente importante y que no se debe soslayar.
Ocurre que como porcentaje del PIB, los costos de logística en las economías emergentes son generalmente de dos a tres veces más elevados que en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) donde se encuentran los países que compiten con Argentina en el mercado de granos y producción agropecuaria, como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Para los expertos de la BCR, los elevados costos logísticos impactan negativamente no sólo en la competitividad, sino también en las oportunidades económicas de los productores agropecuarios al reducir el precio que obtienen por la venta de los bienes primarios.
También explicaron que el malo de la película no es el camionero, que sufre la inflación en los costos de operación, especialmente en los rubros no transables: salario del transportista, seguros, entre otros.
Trasladar soja desde una explotación en Davenport (Iowa, Estados Unidos), haciendo 1.520 km, al Puerto de New Orleans (Golfo de México) y llevarla a China cuesta U$S 73 la tonelada.
Se trata de la suma de costos logísticos y flete marítimo mientras que la Argentina, si quiere hacer lo mismo desde Rafaela (a 300 km del Gran Rosario) le costaría U$S 123 la tonelada para llegar a China, pero Brasil está en peores condiciones que nosotros.
En definitiva, una mirada sobre los costos logísticos se impone en el futuro de la competitividad del negocio agropecuario argentino.