Domingo 5 de junio de 2016.
La Argentina necesita ser competitiva para exportar al mundo. En ese sentido, se destacan los envíos de los productos de origen agropecuario, pero en estos momentos son altos los costos portuarios para remitir soja al exterior.
A esa conclusión llegó un análisis de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), realizado por los especialistas Guillermo Wade y Julio Calzada.
Los economistas consideraron que se está “ante un importante costo del sistema portuario argentino que debe ser muy tenido en cuenta y ponerlo bajo la lupa por nuestra fuerte competencia con Brasil y Estados Unidos en la colocación de la soja y sus derivados”.
El “costo portuario al buque” es fundamental porque puede contribuir a “encarecer” o “abaratar” el valor de un flete marítimo.
Se trata de un “costo del sistema” propio de cada país, en este caso, de la Argentina, por lo tanto es importante ser eficientes en todo.
“Es específico que haya racionalidad económica en su determinación para no elevar el costo argentino, no reducir el precio FOB que reciben los exportadores locales y finalmente no afectar el precio FAS que llega al productor nacional”, dijeron.
En el informe, se focalizó en los costos portuarios que deben afrontar los armadores o navieras, sin considerar aquellas erogaciones que afectan a los dadores de carga-exportadores por poner la mercadería arriba del buque.
“Los costos portuarios que estamos cuantificando aquí, están incorporados dentro del flete marítimo que en promedio asciende a 38 dólares la tonelada para el transporte de soja de la Argentina a China”, según información del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Se trata de: a) derecho de entrada, faros y balizas; b) uso de muelle; c) pilotaje y practicaje sobre el río Paraná y en puerto; d) peaje a Hidrovía S.A.m; e) amarre y desamarre; f) servicios de supervisión y jefe/ sereno; g) horas extraordinarias de Aduana; h) migraciones; i) gastos sanitarios; j) inspección de bodegas y tanques; k) inspección obligatoria de desechos y basuras; l) otros gastos; m) honorarios agente marítimo.
Para evaluar, los analistas tomaron como modelo un hipotético buque “Panamax” de 225 metros de eslora, 32,25 metros de manga y 19,60 metros de puntal, lo más cercano a los cargueros que surcan nuestras aguas.
Típicamente, el barco ingresa por el río de la Plata para cargar 47.500 toneladas de poroto de soja en una terminal portuaria en Timbúes (gran Rosario).
Luego sale de allí y en 4 a 5 días aproximadamente, llega a Bahía Blanca para completar la bodega con 17.500 toneladas de soja. De esta forma, se va posteriormente a China con 65.000 toneladas de poroto.
La mayor parte de las operaciones de exportación de granos, harinas y aceites desde Argentina son responsabilidad del exportador que debe hacer frente a todos los gastos y erogaciones hasta colocar la mercadería a bordo del buque.
Dentro de todos estos costos, cuantitativamente, los dos más importantes son los servicios de “almacenaje” de la mercadería antes de su embarque y los de “elevación” de la misma para su posterior colocación en las bodegas del buque.
“En el presente trabajo, en realidad, nos hemos focalizado en los costos o erogaciones portuarias que deben afrontar los armadores o navieras para ingresar con los buques por el río de la Plata hasta llegar al gran Rosario, a fin de proceder a cargar la mercadería en los barcos y llevarla a más de 100 destinos en el mundo”, sostuvieron Wade y Calzada para quienes los gastos podrían ser menores y más competitivos.