Jueves 28 de Abril de 2016.
Desde La Trocha Digital brindamos una serie de recomendaciones para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO), recordando que es de alta morbilidad y en algunos casos puede ser muy grave.
El monóxido de carbono “es un gas venenoso, sin color ni olor, por lo que se lo conoce como el asesino invisible” y se produce “por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gas oil, nafta”.
“La inhalación e intoxicación por monóxido de carbono produce que éste reemplace al oxígeno en el torrente sanguíneo. En consecuencia, la falta de oxígeno hace que sufran el corazón, el cerebro y el cuerpo. Los síntomas pueden variar de una persona a otra”.
El principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no es consciente de los síntomas. Éstos pueden ser dolor de cabeza, náuseas o vómitos, mareos, acompañados de cansancio, letargo o confusión; desmayo o pérdida de conocimiento y alteraciones visuales.
Las recomendaciones ante la aparición de los primeros síntomas son ventilar el ambiente y recurrir a un centro de salud, hospital o asistir a un servicio de emergencias e informarle al personal médico sobre la sospecha de estar sufriendo intoxicación por monóxido de carbono.
Ante la sospecha de estar padeciendo una intoxicación se debe salir a tomar aire fresco inmediatamente, abrir ventanas y puertas, apagar los artefactos de gas y evitar permanecer en el domicilio.
Cómo prevenir la intoxicación
Controlar las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos
· Mantener los ambientes ventilados
· Controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles y braseros.
· Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
· Comprobar que los ambientes tengan ventilación hacia el exterior
· Ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío.
· Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa.
· No usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.
· No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
· No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados.
· No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.