Jueves 21 de abril de 2016.
Para muchos nutricionistas, las frutas y verduras orgánicas son más beneficiosas para el organismo.
Se consideran frutas y verduras ecológicas a todas las que proceden de la agricultura ecológica, también conocida como agricultura biológica u orgánica. Este tipo de agricultura se diferencia de la tradicional en que los métodos de explotación son más “respetuosos” con el medio ambiente. Es decir, es una agricultura menos extensiva y que además no utiliza elementos químicos como fertilizantes inorgánicos, plaguicidas o antibióticos, ni semillas transgénicas o modificadas genéticamente. Y para muchos nutricionistas, también son más beneficiosas para el organismo.
Por ejemplo, se señala que tienen un contenido de minerales más alto que las cultivadas de forma industrial que llega hasta un porcentaje del 25 %, y que contienen un alto incremento de calcio, magnesio, potasio, sodio y fosfato.
Sus consumidores, en tanto, sostienen que las diferencias están en la calidad de los productos, que son más ricos en vitaminas y nutrientes, y más duraderos por su frescura.
“Hace más de 20 años comencé a consumir productos orgánicos, sencillamente porque estaban libres de venenos”, describió Pablo Martínez, de la Fundación La Orgánica.
“Si tenés dos plantas de tomate en tu casa, a una la rociaste con químicos y a la otra la cuidaste naturalmente, ¿qué tomate le darías de comer a tus hijos?”, agregó.
Otros fanáticos de “lo orgánico” señalan que hace 20 años, la “revolución verde”, es decir la aplicación del paquete agrotecnológico, recién comenzaba. Casi no había soja pero, aunque no había estudios sobre los efectos de los agroquímicos como existen hoy, el sentido común llevó a muchos a elegir por estas opciones.
Claro que para otros consumidores no tan entendidos, la problemática comienza en determinar lo que es una fruta o verdura “buena”.
Es que mientras en el mercado convencional una acelga ‘linda’ es una planta con todas sus hojas iguales e intactas, en la producción sin químicos las hojas pueden presentar agujeros causados por alguna plaga o por fenómenos meteorológicos.
“En este sentido hay que educar al consumidor y también explicar que no siempre están disponibles todas las frutas o verduras; esto implica pensar al revés, ver qué hay de estación y comprar eso”, explicó Martínez.
Kilos y bolsones
Muchos de estos productos se venden sólo por bolsones, y otros pueden ofrecerlos en forma individual, aunque siguen sosteniendo el concepto de bolsón o caja por kilos.
Por ejemplo, una bolsa de ocho kilos de hortalizas puede variar entre los 120 y los 300 pesos, y contienen las verduras de estación que, en este momento, puede ser acelga, espinaca, berenjena, zapallito redondo y anco, zucchini, morrón verde y rojo, rabanitos, puerro, verdeo, achicoria, rúcula y chaucha, entre otros, y que puden conseguirse en quintas orgánicas de nuestra ciudad.
Quienes producen estas frutas y verduras orgánicas o agroecológicas, en tanto, explican que se recurre a técnicas integradas en el sistema agrario que contribuyen a preservar las especies y variedades autóctonas y la diversidad biológica, tanto agrícola como silvestre, sin emplear pesticidas ni fertilizantes inorgánicos.