22 noviembre 2024

Déficit de viviendas: UN MAL GENERAL

En 2015 solo se entregaron 625 viviendas sociales en la provincia - De 33.400 viviendas previstas en 612 proyectos, 29.700 quedaron paralizadas en diferentes estados de ejecución.

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Lunes 18 de abril de 2016.

Si se exceptúan los créditos PROCREAR, apuntados a los sectores medios, los estados nacional y provincial terminaron apenas 620 viviendas destinadas a las capas menos favorecidas de la población en todo el territorio bonaerense durante 2015, una cifra que este año el gobierno de María Eugenia Vidal se propone elevar a 2100 este año, en un esquema que busca mejorar el acceso con garantías públicas para los aspirantes.
En un contexto en el cual la merma en la obra pública provincial comenzó a profundizarse en 2012, a raíz de la tensión política entre Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli que estalló ese año, el 2015 fue un año especialmente magro en materia de vivienda para los bonaerenses menos favorecidos: de 33.400 viviendas previstas en 612 proyectos, 29.700 quedaron paralizadas en diferentes estados de ejecución.
Esas cifras, elaboradas por una auditoría que encargó la nueva conducción del Instituto Provincial de la Vivienda, a cargo de Evert Van Tooren, corroboran la baja perfomance de ese organismo, si se lo compara con sus homólogos del resto del país: solo 64% de recupero de cuotas –pese a que por algunos planes se cobra poco más de 25 pesos por mes-, nada más que 5.100 escrituras al año, la menor cantidad de casas entregadas.
Pero no todo parece ser atribuible al IPV: la mayor mora en la finalización de los proyectos –que obligaron por caso a gastar 52 millones de pesos en un año en seguridad para evitar intrusiones-, se da en los 435 proyectos que se acordaron directamente entre la Nación y los municipios, puenteando a la Provincia, que en esos casos se limitaba a realizar visados o certificaciones.
Ese desempeño contrasta con las necesidades de una provincia con un déficit habitacional estimado en unas 750 mil viviendas, con 200 mil casas familiares en situación crítica, con problemas constructivos, de mantenimiento y también de hacinamiento- y otras 500 mil casas en una situación algo mejor pero también con problemas estructuras que deberían corregirse.
El gobierno bonaerense –junto al nacional- intentará mejorar ese pasivo con la reactivación de 4.300 de las viviendas de las 29.700 paralizadas, algunas de las cuales tiene un grado de avance alto, y tiene como meta terminar este año 2.100, 520 de las cuales serán totalmente nuevas. El número casi triplica a las 620 del año pasado, pero sigue siendo nimio comparado con el déficit, más allá de que un mejor acceso al crédito podría contribuir en ese plano.
En los planes de la provincia figuran iniciativas para mejorar el acceso a través de una idea para sortear una de las barreras de acceso, que son las garantías para acceder. Por eso, evalúan la posibilidad de establecer un sistema de garantías públicas para personas que no tienen, por caso, sueldos en blanco. Además, buscarán mejorar el financiamiento con un mejor recupero de cuotas, sobre todo en los planes más largos, que quedaron totalmente desactualizados por la inflación acumulada en más de 20 años y ahora implican pagos irrisorios.
Al mismo tiempo, aunque aún se sabe cuál será el costo promedio de esas cuotas, intención de las autoridades es explorar la posibilidad de que haya algún tipo de mecanismo de actualización ligado a la inflación.
En cuanto al perfil de los proyectos, se buscará evitar proyectos grandes, de 700 o 750 viviendas para ir a otros de 40 o 50 casas, que son administrativa y financieramente más manejables y es más fácil ubicarlos en sectores con acceso a servicios de saneamientos, educativos y sanitarios. Otra de las novedades es que se impulsará fuerte la construcción en seco: 50% casas tradicionales y 50% con esa nueva modalidad constructiva.
Otro de los énfasis estará puesto en la entrega rápida de escrituras, que cierren el circulo que implica convertirse en propietario y que comienza con la adjudicación del plan.

FOCO EN EL INTERIOR
La mayoría de las nuevas casas que se planean construir este año estarán ubicadas en municipios del interior. El listado incluye a Bolívar, Henderson, Salto, Brandsen, Lincoln, 9 de Julio, Arrecifes, Chacabuco, Carlos Tejedor, Colón, Bragado, Junín, Daireaux, Arrecifes, Hipólito Irigoyen, Lobos, Maipú, Olavarría, Pehuajó, Puán, Coronel Priungles, Mar del Plata, San Antonio de Areco, General Madariaga y Roque Pérez. En el Conurbano, serán beneficiados Morón y Lanús.