La empresa propone una suba del 140%, que para algunos usuarios alcanzaría al 470%.
Viernes 24 de Marzo de 2016.
“Mire, por favor, señor subsecretario. ¿Ve lo que son esas cañerías? Esa es la esquina de mi casa, por ahí pasa el agua que tomo yo”. Ocho funcionarios y otras 250 personas presentes giraron las cabezas para observar en la pantalla gigante la foto de un caño explotado y cubierto de óxido. Escuchaban a Norberto García, un vecino de Berisso que exponía sobre la gravedad de la falta de presión en su barrio. Quiso graficar la dimensión del problema contando que le lleva cinco minutos llenar una cacerola para “hervir unos fideos”. Pero para cuando lo dijo, el auditorio, que, asombrado, seguía con la vista puesta en la cañería de la foto, ya le había entendido todo.
La escena se llevó a cabo ayer a la tarde en el Colegio de Abogados de La Plata, donde se desarrolló una audiencia pública para analizar el aumento propuesto ABSA, que ronda el 140% pero alcanza, para los usuarios de menor valuación fiscal, hasta 470%.
Pero una lista de medio centenar de oradores llegados de distintos puntos de la Provincia, se manifestó en contra de la medida, cuestionando fuertemente la calidad del servicio de agua potable y cloacas, la falta de medidores y la administración de la empresa prestataria.
El cónclave no es vinculante pero, como lo establece la ley, debe ser convocado por el Organismo de Control de Aguas (Ocaba) para escuchar a usuarios y asociaciones de consumidores. Un acta con los descargos de todos los participantes acompañará el expediente que se tendrá en cuenta para la definición final del aumento a aplicar.
La empresa expuso la necesidad de aplicar el ajuste tarifario, que también prevé un reacomodamiento de los grupos del servicio no medido según valuaciones fiscales, para la sustentabilidad operativa y contó que, tras la auditoría realizada, tiene un déficit de $1.400 millones pero que, con el aumento, pasaría a ser de $336 millones.
También indicó que esperan para licitarse en breve proyectos de obras, entre los que se encuentra la puesta en valor de la planta de tratamiento de Ensenada Donato Girardi.
A su turno, el presidente del Ocaba, Lucas Malbrán, calificó el estado del organismo al 10 de diciembre como “desastroso”.
Escuchaba el subsecretario de Servicios Públicos de la Provincia, Pablo Gaetán, quien analizará la medida definitiva.
FUERTES CRITICAS
Pero, en un auditorio con más de 250 asistentes, 50 de ellos pidieron la palabra para manifestarse en contra del aumento. Fueron dirigentes de distintos espacios políticos -incluso de Cambiemos-, usuarios y representantes de asociaciones de consumidores de La Plata, Berisso, Lincoln, Carlos Casares, Bahía Blanca y San Miguel, entre otros distritos donde la empresa es prestataria. Reclamaron por la mala calidad del agua, la falta de presión, las filtraciones y los desbordes cloacales.
El primero en hablar fue un emisario de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, que consideró el aumento propuesto como “desmedido” y cuestionó la “mala calidad del servicio”.
En tanto, el ex defensor del Pueblo Luis Malagamba y el dirigente de la Coalición Cívica Oscar Negrelli, no sólo reclamaron por los montos del aumento efectuado en 2012 que por orden de la Corte ABSA deberá devolver. También denunciaron “la continuidad de gran parte del directorio responsable del estado económico financiero de la empresa y la de las empresas tercerizadas”. Negrelli reprochó: “Pertenezco a Cambiemos pero acá nada cambió”.
En tanto, después de brindar un preocupante panorama de Bahía Blanca, el concejal de ese distrito Matías Italiano reclamó la aplicación de la ley 14.745 para que “se suspenda el incremento de la tarifa hasta tanto se normalice el servicio”.
Indignada, la vecina de La Loma María Claudina Hernando amagó con abrir la cartera frente a los funcionarios del Ocaba y les dijo: “¿Quieren ver las facturas de lo que pago para vivir entre desbordes cloacales? Vengo de pagar”.
Y Aimar Murialdo, de Lincoln, reclamó por el deficiente servicio de tratamiento de “efluentes” cloacales y la falta de medirores. “Nos están cobrando un impuesto enmascarado”, se quejó antes de darle lugar a una larga lista de vecinos de distintas zonas de la Provincia que esperaron para hablar hasta altas horas de la noche.