Sábado, 12 de marzo de 2016.
La Fiesta de San Patricio, que tendrá lugar el jueves 17, es una ceremonia que alcanza a una colectividad representativa, como lo es la irlandesa. Para quienes han pasado parte de sus vidas entre irlandeses, o son descendientes directos de éstos, la fecha posee un significado más que importante.
San Patricio nació en la localidad escocesa de Killatrick. Era de familia romano-británica y de convicciones cristianas. Su padre, Calfurnio, era diácono y su abuelo sacerdote. Su madre se llamaba Conquesa y su hermana, Lupita. Su fecha de nacimiento tiene una particularidad: suele situarse entre los años 377 y 385.
En los últimos años, los descendientes de aquellos primeros inmigrantes nórdicos que pisaron este suelo se ocuparon de dejar en claro que la festividad nada tiene que ver con las imágenes que los principales medios del país emiten los 17 de marzo desde el microcentro porteño. En esos pubs de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que sucede nada tiene que ver con la celebración de San Patricio, donde la figura de Guillermo Brown, por ejemplo, es una de las cuestiones que se ignoran. Al igual que la del Padre Fahy.
El patrono. El Día de San Patricio es particularmente celebrado en Irlanda, de donde es patrono. San Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad. Para que todos lo entendieran, utilizó un trébol como muestra, explicando que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad, pero con tres personas diferentes. La primera hoja de trébol era el Padre, la segunda era el Hijo, y la última el Espíritu Santo. Luego de ello, el trébol de tres hojas que representa a las tres personas de la Trinidad, pasó a ser un símbolo de la iglesia de Irlanda.
La historia dice que cuando tenía 16 años, Patricio fue apresado por unos piratas irlandeses que lo tomaron como esclavo junto a otros prisioneros. Entonces, fue llevado a Irlanda y allí fue comprado por un ganadero que lo destinó al cuidado de montes y bosques. Durante todo ese tiempo dedicó muchas horas a la oración. Al cabo de cinco o seis años consiguió escapar en un barco que se dirigía a Italia, país donde se ordenó sacerdote y entró en contacto con San Germán, quien le enseñó lo necesario para evangelizar.
En el año 432 fue ordenado obispo de Irlanda y comenzó a crear comunidades cristianas por todo el país predicando el Evangelio a todo aquél que lo quería escuchar. Levantó iglesias, fundó diócesis, bautizó y ordenó sacerdotes.
En esos años Irlanda estaba dividida en un gran número de tribus que formaban diferentes estados. Patricio tuvo que obtener el permiso del jefe (rey) de cada territorio para su evangelización y para convencerlos no escatimaba en regalos. Vivió en absoluta pobreza rechazando todo tipo de limosnas personales; todo el dinero que recogía lo destinaba a los más pobres y a la evangelización.
Como todos los santos, su vida está colmada de leyendas. Como las que dicen que hizo huir a todas las serpientes de Irlanda y que enseñó a los irlandeses a destilar. San Patricio murió en la ciudad de Down el 17 de marzo de 461.
