Jueves 28 de Enero de 2016.
A nivel local, científicos del INTA desarrollaron un biolarvicida líquido a base de Bacillus thuringiensis que controla rápida y eficazmente al vector del dengue. Sus características.
El mosquito Aedes aegypti transmisor del dengue y de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el zika virus y la fiebre o artritis epidémica chikungunya, pone nuevamente, ante una alerta sanitaria. Varias provincias de Argentina se encuentran afectadas por la creciente población de este vector de importantes enfermedades humanas.
Estas enfermedades presentan síntomas similares tales como dolores musculares, de cabeza y de articulaciones, fiebre, náuseas, vómitos, pérdida de peso, conjuntivitis, entre otros. Hasta el momento, algunas de estas enfermedades no tienen un tratamiento específico ni una vacuna disponible. La única forma para prevenir estas infecciones y su expansión es atacando al vector o evitando que se genere. Las inundaciones y el calor, constituyen factores claves para generar un ámbito propicio para la reproducción de mosquitos ya que las hembras, ponen los huevos, en las aguas estancadas o limpias.
Hacia fines del 2008, el IMyZA completó el desarrollo de un método de control para combatir las larvas del mosquito transmisor del dengue a través de un bioinsecticida, elaborado con Bacillus thuringiensis israelensis (Bti), una bacteria que enferma mortalmente a las larvas de los mosquitos y que no es nociva para el hombre ni otros animales. Este producto biológico destruye de forma eficiente a los mosquitos en sus etapas tempranas, evitando que se desarrollen en adultos y continúen el ciclo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estableció que el éxito de los bioinsecticidas se basa en dos pilares fundamentales: su eficacia y la seguridad ambiental. Luego de numerosos y exhaustivos estudios concluyó que esos productos a base de Bti son seguros para ser utilizados en el control de larvas de mosquitos en ambientes acuáticos, incluyendo reservorios de agua potable.
Esta tecnología fue transferida por el INTA, en el año 2009, a la empresa Prodinsa Argentina S.A., quien lo registró en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), ente regulador de estos Bioinsumos para luego, en el año 2013, transferir la licencia a Laboratorios LAFORMED S.A., con el objetivo de producir y distribuir entre la población de la provincia de Formosa, el producto desarrollado en el IMyZA.
“El INTA, desde siempre, acompaña a la sociedad, sumando a la prevención de enfermedades, desarrollando y transfiriendo productos, bioinsumos y tecnologías con el fin de controlar diversos insectos que afectan la salud animal, vegetal y la agricultura en general”, expresó Graciela Benintende, investigadora del IMyZA quién concluyó, “Seguimos investigando para aprovechar al máximo lo que Bacillus thuringiensis, como insecticida biológico, nos puede dar. Cada día, se amplía el abanico de aplicaciones y desarrollos factibles de utilización en un contexto de control biológico de plagas en pos de un mayor beneficio y eficacia para el bien de todos”.