Lunes 18 de Enero de 2016.
Mantenete atento a estas cinco formas de estafa con tarjeta de crédito. Desde las técnicas más antiguas como el robo de dato y de identidad a nuevas maneras electrónicas de hacerse con el control de tu tarjeta.
A la hora de comprar o compartir datos en internet, la estafa estña a la orden del día, y las formas son miles: desde el robo de datos de una página hasta un sencillo mail personalizado del banco que solicita al cliente determinada información.
Las cinco formas más comunes de fraude de tarjetas de crédito y de débito son la clonación, el robo de identidad, el phishing, el hackeo y el smishing.
Y ninguno de estos métodos se limita a la compra online: también es posible el robo de datos en una compra física. En América latina, por ejemplo, la clonación de tarjetas de crédito sigue siendo muy común a pesar de ser el método más antiguo.
Online, en cambio, predomina el phishing, un engaño informático para tratar de hacer caer a algún desprevenido en una trampa digital, y que tiene dos variantes: uno masivo y otro dirigido. El phishing masivo puede aparecer diariamente como spam, un e-mail fraudulento enviado a miles de usuarios, de los cuales un porcentaje cae en la trampa.
El método de phishing dirigido es un engaño a una persona en particular y requiere de ingeniería social para ser efectivo, es decir, la avergiguación de datos de una personas con el propósito de extraerle información personal y de la tarjeta de crédito.
Otra forma de fraude es el hackeo a través de un software maligno, también conocido como malware, o virus troyano, que se mete en la computadora y se auto instala para copiar datos de cuentas y todo otro dato de interés que pueda ser utilizado para cometer fraudes. El mismo troyano se encargará del envío de ésta información a la dirección del delincuente sin que pueda ser advertido por la víctima.
El smishing es similar al phishing, pero en este caso, los estafadores lo hacen a través de mensajes de texto. Según Vallés, los mensajes utilizados tienen la apariencia de los SMS oficiales de las compañías reales. “El SMS tiene dos opciones: cancelar o aceptar, sin dar mucha más información. La gente acepta y pasa meses sin darse cuenta de que hubo fraude”, explicó Vallés. El “anzuelo” lleva al usuario a un sitio falso o a una aplicación sospechosa.
¿Cómo evitar las estafas?
- La sustracción de datos de sus tarjetas se basa mayormente en técnicas de convencimiento: evitá dar información por teléfono, e-mails, mensajes de texto (SMS), Whatsapp, cuestionarios persona a persona o en accesos a sitios de Internet
- Protegé su computadora. Optimizá y mantené al día tus sistemas de seguridad ya que existen métodos de captura de información de su disco rígido, teclado, pantalla y cualquier otro dispositivo que almacene sus datos
- Siempre que accedas a un sitio desconocido, identificá los “candados” que indican que se encuentra en un entorno seguro, antes de ingresar sus datos personales. Además verificá que en el panel de dirección (URL) se vea “https”, en lugar de “http”
-No respondas e-mails enviados desde una compañía de tarjetas de crédito o bancos, en los que te informan que tu cuenta tiene algún inconveniente
- Leá la información preventiva que le ofrece tu banco o compañía de tarjeta de crédito