Al igual que en 9 de Julio y que en gran parte de los distritos atendidos por ABSA, los vecinos de Carlos Casares llevan muchos años buscando formas no convencionales para suplir el servicio deprimente y obsoleto que esta empresa brinda, con el objetivo de vivir un poco mejor.
Sábado, 16 de enero de 2016
Casares Online publica un amplio informe realizado por Pedro Mayola, de la Comisión de Control de Calidad del Agua de Carlos Casares, en el que cuenta los cinco tipo de familias que conviven en Casares frente a la desastrosa gestión de ABSA para brindarnos agua potable a los bonaerenses.
En este marco se dan distintas situaciones que van marcando nuestras vidas diarias.
Como por ejemplo las familias “A” que decidimos, para subsanar el problema de los altos u oscilantes valores de arsénico (que publica la comisión de control) comprar una bomba, hacer un pozo, pagar para analizar el agua, tener la suerte de que ese análisis de bien, y luego acordarnos de seguir haciendo análisis por lo menos una vez por año. Las familias “A” hacemos esto para corregir la inseguridad que da el funcionamiento de la planta de abatimiento de arsénico porque a pesar de que se invirtió mucho dinero para su construcción, hoy anda como puede, gracias al esfuerzo de los empleados que están a cargo. El último análisis dio muy bien y esto es muy importante, pero seguimos sin ningún ingeniero o especialista que supervise la misma, para que este inmejorable resultado se repita en el tiempo. Muchas familias “A” además de hacer esta inversión y pagar por el exceso de energía eléctrica que esto genera, seguimos pagando las tarifas de ABSA.
Otro ejemplo son las familias “B” que por la falta de agua en invierno y verano decidimos instalar una cisterna para que se llene durante la noche y luego mediante bomba impulsar el agua hasta el tanque para poder disponer del vital elemento durante el día. Las familias ”B” hacemos esto por la falta de inversión de ABSA que no previene desde hace muchos años los cortes de energía eléctrica en Nueve de Julio y French, además de no modernizar la red de agua e incumplir desde hace tiempo con la presión de 10 metros que debe dar a cada vecino según el reglamento que vincula a la empresa con nosotros. Muchas familias “B” además de esta inversión y pagar por el exceso de energía eléctrica que esto genera, seguimos pagando las tarifas de ABSA.
Otro ejemplo son las familias “C” que por los sucesivos derrames de las cloacas en la vía pública y la falta de solución definitiva de parte de ABSA tuvimos que mudarnos a otros barrios rogando que allí no ocurra lo mismo, otros permanecemos en el lugar pero no abrimos ventanas ni puertas para que el olor nauseabundo no penetre en nuestras viviendas y haga más indignas nuestras vidas, otros con fruterías, kioscos, panaderías, padecemos dando explicaciones a nuestros clientes sobre la causa del olor dentro de los negocios.Si ABSA hiciera bien la limpieza y el mantenimiento de la red cloacal esto no ocurriría. Sobre este tema en especial la comisión de control de calidad de agua hizo un informe a principios del 2014 donde se enumeraron y describieron 23 derrames de cloacas. Este informe sirvió para que el municipio encarara una mega obra de colectores nuevos en sectores de la ciudad más complicados que todavía no están terminados, pero ¿cuándo estén en manos de ABSA funcionarán como corresponde? De esos 23 derrames algunos ya no están otros permanecen intactos como el que pasa por el ex colegio Nacional por donde circulan todos los días más de mil alumnos y por supuesto hay muchos nuevos, creados por la negligencia y desidia de ABSA. Muchas familias “C” seguimos pagando las tarifas de ABSA que para este rubro de cloacas corresponde al 100% del gasto de agua, es decir si gastamos $200 de agua corresponde $200 de servicio de cloacas sumando un total de $400. Un despropósito.
Otro ejemplo son las familias “D” que por la falta de recursos propios, bebemos el agua con arsénico sin importarnos mucho los resultados publicados, nos bañamos con poca agua, en dos horas juntamos agua para lavar los platos, y preparamos la leche para nuestros hijos con el agua como está. Algunos pagamos, otros no, no reclamamos, para qué.
Otro ejemplo son las familias “E” que creemos que comprando bidones de agua envasada, podemos disminuir todos los males que provoca beber el agua de ABSA, luego, como se hace pesado para nuestro bolsillo pagarle a ABSA y comprar 3 o 4 bidones semanales hacemos magia para estirar y se pierde el efecto deseado.
Muchas familias de estos cinco ejemplos hemos dejado de pagar por el servicio usando el sentido común, pero el reglamento que vincula a ABSA con los vecinos no da lugar al sentido común y por eso hoy tenemos deudas muy abultadas que a la hora de vender el inmueble complican la transacción o simplemente quedamos marcados como deudores ante entes públicos y privados. Sin embargo, el aumento del 180% sin audiencia pública decretado por el ex gobernador Scioli en abril del 2012 que ABSA debe devolvernos (según la justicia bonaerense) no se pone en la balanza.
El desastroso funcionamiento de ABSA en nuestro partido no solo modifica las vidas en nuestros hogares sino que también lo hace con el medio ambiente ya que el producto tóxico que excreta la planta de abatimiento va a parar (previo paso por cloacas) a lagunas a cielo abierto del partido de Nueve de Julio, un despropósito ambiental que no debería ocurrir ya que informes escritos por la propia empresa dan cuenta con detalles de cómo serían tratados los residuos cargados con arsénico que genera el abatimiento.
ACUEDUCTOS VIEJOS Y MEDIDORES OBSOLETOS
Acueductos viejos, pinchados, rotos por raíces, que permanecen así por años y que se reparan muy lentamente, pérdidas en las calles que denunciamos y que no se arreglan por meses, drenajes en la ciudad que tiran miles de metros cúbicos de agua (supuestamente potable) para limpiar el color rojo que le da al agua la presencia de sales de hierro que se agregan en la planta pero que no deberían pasar a nuestras canillas, medidores obsoletos, que a la hora de pedir que lo cambien no hay, aunque pagamos en cada factura por el mantenimiento y reposición de los mismos.
ABSA ESCUCHA
Un apartado especial merece el sistema de reclamos, cuando llamamos al 08009992272 de ABSA para reclamar por cualquiera de los problemas enumerados más arriba, nos atienden bien, nos dan un número de reclamo y la solución según el reglamento debería llegar en 48 o 72 horas. Como no llega, cuando queremos reclamar a OCABA (ente de control de ABSA) 08006662482 la situación se complica y entonces sobreviene el acobardamiento del vecino que termina discutiendo el tema en un café o compartiendo su queja en un programa de radio, esta situación debería terminarse, empoderando al vecino que reclama, sancionando a la empresa que no cumple y beneficiando a la que si resuelve en tiempo y forma.
El informe, debemos reconocer, no es convencional, como no es convencional que una empresa que maneja nada menos que el agua de 91 partidos en la provincia más grande de Argentina incumpla de forma tan descarada en todos los rubros que maneja y durante tantos años. Nosotros (como comisión de vecinos) estuvimos en las dos audiencias públicas no vinculantes del 2014 por un nuevo aumento de tarifa y no hubo allí vecino alguno, concejal, diputado de ningún partido de la provincia que aprobara alguna parte de la gestión ABSA, y si alguna autoridad repasara solo por arriba lo que allí se dijo se convencería de lo que estamos hablando, el aumento se dio igual, pero lo que importa aquí es que no podemos como sociedad aceptar funcionamientos similares en empresas públicas o privadas.Hoy estamos en un momento político de cambios y creemos que desde toda la provincia deben estar llegando los reclamos a la gobernadora como al nuevo titular de ABSA, así que esperamos que este informe sirva de disparador para que desde todos los sectores pidamos por un giro rotundo y definitivo en el andar de ABSA, porque entendemos que el compromiso de la política debe ser con la gente y este informe habla de la gente.