El legislador provincial, Dr. Rubén Darío Golía junto a su par Manuel Elías presentaron un proyecto que se convirtió en ley el Senado provincial para que los ex-soldados conscriptos que hubiesen participado en las acciones bélicas desarrolladas en teatro de operaciones de Malvinas y aquellos ex soldados conscriptos que hubiesen entrado efectivamente en combate en las acciones bélicas desarrolladas en el Atlántico Sur queden exentos del pago de peajes en todas las rutas y autopistas provinciales.
Miércoles 23 de setiembre de 2015.
Los fundamentos fueron los siguientes: La Guerra de Malvinas en 1982, fue el escenario a donde miles de jóvenes argentinos que cumplían la conscripción fueron arrastrados sin la capacitación ni el equipamiento adecuados.
Debieron enfrentar a expertos soldados enemigos, padeciendo todo tipo de carencias, aun así demostraron coraje y se jugaron la vida en defensa de los intereses de la Patria. Abandonaron trabajos y estudios para iniciar el servicio militar obligatorio y luego de participar de la guerra, volvieron a una argentina que no les brindó los medios para que se recuperaran de sus heridas físicas y psicológicas para que pudieran reconstruir sus vidas, insertarse en la sociedad y tener una vida digna y prospera.
Nuestros jóvenes llenos de secuelas, padecieron mucho en la guerra y luego de su vuelta. Los primeros años de silencio, la falta de políticas de contención, los inconvenientes propios de adaptabilidad a la sociedad y a la familia luego de vivir los horrores de un campo de batalla, condicionaron en muchos casos la inserción laboral o en el mundo de los estudios, marcando la vida de quienes arriesgaron todo por la Argentina.
Han pasado ya más de tres décadas de esta gesta y los ex combatientes siguen sin recibir el completo reconocimiento y respeto que merecen por tamaña entrega.
La tasa anual de suicidios es altísima en quienes sobrevivieron a la guerra y la expectativa de vida más corta que el promedio de la sociedad por problemas físicos y psíquicos muchas veces irreversibles.
Nuestros jóvenes del ´82 se merecen el acompañamiento y la contención de todos.
Nuestra sociedad debe brindarles reconocimiento y tomar iniciativas que desde las más pequeñas cosas a las más grandes y trascendentes les hagan sentir en vida el respeto de todo.