Tras ser bloqueada por utilizar una identidad falsa, Jemma Rogers decidió adoptar una nueva identidad como Jemmaroid Von Laalaa para que la compañía liderada por Mark Zuckerberg le devuelva su cuenta en la plataforma on line.
Miércoles, 15 de julio de 2015
En una modalidad que muchas personas adoptan para evitar las solicitudes de amistad no deseadas, Jemma Rogers decidió en 2008 utilizar un nombre falso para ingresar a Facebook, una plataforma que comenzaba a pisar fuerte en Internet. El apodo elegido para estar en la red social y en el mundo virtual fue Jemmaroid Von Laalaa, y así se mantuvo hasta hace un mes, cuando la compañía le envió una notificación para solicitar documentación adicional para acreditar su identidad, una de las exigencias que tiene la compañía en sus términos y condiciones de uso.
Ante la imposibilidad de demostrar que el perfil de Jemmaroid Von Laalaa correspondía a Jemma Rogers, Facebook decidió suspender la cuenta, a pesar de los diversos intentos en vano de la usuaria.
Como medida drástica, Rogers decidió cambiar legalmente su nombre a Jemmaroid Von Laalaa, pero aún así no pudo convencer a Facebook para recuperar su cuenta.
"Sé que ha sido una locura lo que hice, pero no entiendo por qué Facebook se comporta de esta forma ridícula. He perdido acceso a mi cuenta junto a todos mis recuerdos, fotos y mensajes", dijo la mujer ahora conocida como Von Laalaa, una terapista holística de 30 años.
Después de este último y extremo intento en vano, Von Laalaa también tuvo que iniciar todos los trámites para renovar su licencia de conducir, su cuenta bancaria, etc. "No lo puedo creer, tengo que quedarme con este estúpido nombre y todavía no puedo recuperar el acceso a Facebook", agregó.
Al ser consultada por este caso, Facebook señaló que suelen solicitar este tipo de verificaciones para comprobar que los usuarios son quienes dicen ser en la red social. "En este caso hubo un error, pero hemos reactivado la cuenta la semana pasada, y pedimos disculpas por los problemas que hemos causado", dijo un vocero de la compañía al conocer el caso de Von Laalaa.
Fuente: La Nación