Domingo 12 de julio de 2015.
El desánimo para sembrar trigo afectará la producción de este cereal, que es importante para la dinámica de la economía, pero vital para la rotación de los cultivos y la preservación de los suelos.
Frente a esa realidad, el Gobierno busca torcer el panorama con medidas que estimulen la siembra de trigo. Sin embargo, más allá de la lectura política, el paquete que analiza el Palacio de Hacienda tiene como desafío incentivar a decenas de productores a sembrar en el cortísimo plazo el cereal y evitar que en diciembre, con nuevo Presidente asumido, se repita el escenario del ciclo 2012/13, que dejó un fuerte faltante de grano y disparó los precios internos de la harina, el pan y panificados.
Si se concretan, los anuncios se darán en el tramo más que final de –la "ventana ideal" de siembra. El problema central es que el precio que recibirán por el grano no llega a compensar los costos. Así, achican el área y la tecnología aplicada, lo que dejará una caída en los rindes y en la producción final. Eso sin contar que el clima, que hasta ahora acompañó, complique aún más en los próximos meses.
Menos superficie
Con un avance de implantación del 65%, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que el trigo 2015-2016 consolida la fuerte disminución de superficie, mantiene la intención de área de 3,5 millones de hectáreas en el país, con un 20% de caída respecto del ciclo anterior.
Mientras la ventana de siembra se acerca a su fin, la situación presenta más señales negativas, según el informe de la entidad que advirtió que "se enciende la alerta porque, además de la caída de intencionalidad, faltan condiciones de humedad adecuadas para proseguir con las labores, particularmente en el oeste del país".
El avance de las labores en Córdoba tiene un retraso de 15 puntos con respecto al año precedente, mientras que en La Pampa se lleva implantado el 10% contra el 80% del ciclo previo, según señala el reporte elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa.
