La evolución de los tratamientos y, fundamentalmente, la medicina preventiva permitieron que la sobrevida de los niños sea mayor en la actualidad.
Miércoles 3 de junio de 2015.
La vacunación representa en la actualidad una de las mejores herramientas para prevenir enfermedades que pueden ser graves.
No existe ninguna duda sobre los significativos avances que ha experimentado en los últimos tiempos la medicina que hace foco en la infancia, aportando herramientas para la prevención y el tratamiento de enfermedades que, décadas o años atrás, representaban una condena para quienes las padecían.
"En la actualidad tomamos como naturales estos avances obtenidos gracias a la investigación", comentó la doctora Tina Cheng, directora del comité de Investigación Pediátrica de la Academia Americana de Pediatría, de Estados Unidos.
Veamos algunos de los avances más importantes:
a) Prevención de enfermedades como el rotavirus o infección por Heemophilus Influenzae Type B a través de vacunas.
Esto es incuestionable y basta con citar algunas estadísticas que confirman que de todas las inversiones que se realizan en salud, la vacunación es la más costo-efectiva.
"Existen muchas vacunas que han salvado millones de vidas", agregó Cheng.
b) Salvar a los niños prematuros al ayudarlos a respirar.
Hace poco más de 20 años, de los bebés con un peso inferior a 1.000 gramos, solo sobrevivía entre el 15 y el 20 por ciento, recuerda el doctor Daniel Saint Genez, jefe del Servicio de Neonatología del Cemic.
Hoy, en algunas maternidades la tasa de sobrevida de un bebé que nace con un peso de entre 750 y 1.000 gramos es del 80 por ciento, mientras que la de los que pesan entre 1.000 y 1.500 gramos es de casi el 100 por ciento.
c) Reducción de la incidencia del Síndrome de muerte súbita del lactante.
En los países industrializados, este síndrome constituye la primera causa de muerte antes del primer año de vida.
Acostar al bebé boca arriba o de costado, que sus brazos queden destapados y sus pies no muy lejos del extremo de la cuna, que el colchón no sea muy blando y la habitación no muy calurosa, son medidas sencillas que lograron reducir significativamente el riesgo de esta tan temida afección.
d) Prevención de la transmisión madre-hijo del VIH.
Medidas como el tratamiento de la embarazada con VIH, el parto por cesárea, el no amamantamiento y el tratamiento precoz de los recién nacidos han permitido reducir drásticamente el nacimiento de chicos con VIH.
e) Aumentar la expectativa de vida de niños con enfermedades crónicas como la fibrosis quística.
Años atrás, la sobrevida de esta enfermedad era de un año a partir del diagnóstico, mientras que hoy el 40 por ciento supera esa marca. Incluso, el promedio de vida que antaño rondaba los 25 años, hoy ha sido largamente superado, con una gran proporción de pacientes que alcanza la edad adulta.
f) Salvar vidas gracias a los asientos para auto para chicos y los cinturones de seguridad.
El uso extendido de estas medidas de protección para los bebés y chicos redujo significativamente el número de menores que son víctimas o resultan con graves lesiones, tras un accidente automovilístico.