20 abril 2024

¿UN GEN PARA DEJAR DE FUMAR?

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Lunes 7 de diciembre de 2015.

Algunos fumadores tienen muchas más dificultades para abandonar el hábito que otros. Ahora, una nueva revisión de las investigaciones anteriores ha identificado a un posible responsable: los genes.

Los investigadores analizaron las diferencias genéticas citadas en 22 estudios que incluyeron a casi 9,500 fumadores blancos. Particularmente interesantes eran las variaciones genéticas implicadas en el procesamiento de la dopamina, un neurotransmisor que ayudar a regular los centros de recompensa y placer del cerebro.
Los expertos creen que la nicotina que hay en el tabaco aumenta el nivel de dopamina en el cerebro, lo que lleva a la adicción.
Los investigadores se preguntaron si las variantes genéticas que regulan la dopamina podrían estar asociadas con la capacidad de dejar de fumar para siempre.
Al final, los científicos se centraron en una secuencia de ADN llamada Taq1A. Hallaron que los fumadores que portaban una variación de esa secuencia (llamada A2/A2) parecieron tener menos dificultades para dejar de fumar que los que portaban otras variaciones de la secuencia Taq1A.
"Esta variante se ha estudiado durante años, pero este estudio proporcionó más evidencias convincentes del papel de esta variante genética en el hecho de dejar de fumar al analizar una cantidad significativamente grande de muestras", dijo el autor del estudio, Ming Li, profesor en el departamento de psiquiatría y ciencias neuroconductuales de la Universidad de Virginia.
Los hallazgos se publicaron en línea el 1 de diciembre en la revista Translational Psychiatry.
Li, que trabajó con investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang, en Hangzhou, China, indicó que aproximadamente 6 millones de personas fallecen en todo el mundo cada año por el tabaco.
Los estudios incluidos en el presente análisis se realizaron entre 1994 y 2014, y tuvieron desde menos de 100 participantes hasta más de 2,000.
El éxito a la hora de dejar de fumar varió en gran medida, desde menos de un 10 por ciento hasta casi un 67 por ciento, informaron los investigadores.
Al final, el equipo descubrió que había una "asociación significativa" (pero no una prueba definitiva) entre portar la variante A2/A2 y un aumento de la capacidad de dejar de fumar con éxito.
Los autores dijeron que el hallazgo debería animar a que se realicen más investigaciones sobre la genética que hay detrás de los esfuerzos de dejar de fumar. Dicha investigación podría llevar en última instancia al desarrollo de tratamientos personalizados que se dirijan a las predisposiciones heredadas de cada fumador, sugirieron.