19 abril 2024

Oídos a prueba de agua: cómo cuidarnos de la otitis en verano

Especialistas del Hospital de Clínicas hablan sobre este problema que vuelve todos los veranos.

Con la llegada del verano, las piletas y colonias de vacaciones se convierten en el epicentro de la diversión para niños y adultos. Pero detrás de la alegría del chapuzón y los juegos en la pileta, se esconden riesgos para la salud que suelen pasar desapercibidos, las otitis externas es el principal.

“La otitis externa es una infección del conducto auditivo externo. Esta afección suele ser causada por la proliferación de bacterias y hongos en el canal auditivo, favorecida por la humedad y el calor. La exposición prolongada al agua, como la que experimentan los nadadores y los niños que disfrutan de actividades acuáticas, aumenta significativamente el riesgo de contraer esta afección” comenta la Dra. Romina Stawski, médica de la División Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas de la UBA (MN: 111.095).

La cera tiene propiedades anti microbianas que nos protegen de las infecciones y del agua. “El uso de hisopos, además de irritar la piel del conducto auditivo externo, nos quita esta protección. Otro problema con el uso de hisopos es que suelen existir tapones de cera y lo único que se logra es empujarlos hacia atrás y en casos extremos, adherirlos al tímpano o perforarlo”, sostiene la profesional.

“La pileta es más nociva para nuestros oídos, que el agua del río, o del mar, ya que por más cloro que tenga sigue siendo agua estancada que favorece la proliferación bacteriana. Especialmente en casos donde existen irritabilidad o alergias en sectores del oído, como el eczema de piel de conducto de oido que produce descamación de esa piel y predispone a este tipo de infecciones como lo es la otitis”, alerta Stawski.

Hábitos y costumbres que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad

¿Cómo diferenciamos la otitis externa de una molestia común en la zona? Los síntomas de la otitis del nadador pueden incluir picazón, enrojecimiento, dolor al jalar el lóbulo de la oreja e incluso pérdida parcial de la audición. En casos más avanzados, se pueden desarrollar secreciones. Ante la presencia de estos signos, es crucial consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso.

“Para prevenir, los pacientes que están predispuestos (los que suelen desarrollar tapones de cera, aquellos que padecen de eczema crónico, etc) lo aconsejable es hacer una consulta en noviembre antes de comenzar la temporada de pileta”, recomienda la profesional.

Evitar la limpieza excesiva, algo en lo que enfatizan los especialistas: “Siempre se desaconseja la limpieza profunda del canal auditivo, ya que esto puede eliminar la capa protectora de cerumen y aumentar el riesgo de infección. Además. Lo recomendable, en caso de querer usar protectores de oído en la pileta, siempre es recomendable consultar a un especialista en otorrinolaringología”, subraya Stawski.

Además, “al momento de salir de la ducha o la pileta, se recomienda un secado superficial. Una de las maneras recomendadas de hacerlo, es envolviendo el dedo en una toalla haciendo movimientos circulares en la entrada del conducto. En cuanto al tratamiento, los médicos suelen recetar gotas óticas antibióticas o antifúngicas, según la causa de la otitis. En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento antibiótico  oral y en otros, corticoides inyectables”, resalta la doctora.

Si bien la otitis puede ser una preocupación en la temporada de pileta, adoptar prácticas preventivas y estar alerta a los síntomas puede ayudar a garantizar una experiencia acuática segura y libre de molestias. La clave está en disfrutar del agua con responsabilidad y cuidar la salud auditiva, especialmente en los más pequeños que encuentran en la pileta una fuente de actividad.