29 marzo 2024

Inflación 2021: ¿malos pronósticos?

El dato de inflación de diciembre 2020 (4%) confirmó la aceleración inflacionaria que se venía observando desde agosto pasado. Pero el dato anualizado del cuarto trimestre del año pasado, que marca un incremento de casi el 55%, es lo que siembra un manto de dudas y preocupaciones por lo que viene en los próximos meses.

Con el dato de diciembre pasado la inflación promedio mensual del cuarto trimestre 2020 cerró en un 3,7%, lo que implica una tasa anualizada del orden del 54%. Al disgregar los aumentos, se observa que la inflación núcleo superó el 4% (casi 62% anual) mientras que la vinculada con los precios regulados apenas se acercó al 2% (poco más del 23% anualizado).Cabe recordar que la tasa de inflación se desaceleró fuerte al comenzar la cuarentena original en marzo-abril, cuando el nivel de actividad se derrumbó. El cóctel de recesión y cuarentena obligatoria más los controles de precios explicaron la caída de la tasa de inflación mensual. Fue así que a nivel sectorial, aquellas actividades que vieron colapsar sus ventas sufrieron fuertes pérdidas de rentabilidad al no poder ajustar precios a la par del aumento de los costos, pese al congelamiento de varios precios regulados. Pero la historia cambió a partir de octubre cuando comenzó a recuperarse el nivel de actividad y dichos sectores empezaron a recobrar márgenes aumentando los precios. Todo esto fue evidente en el último bimestre del año pasado donde la velocidad con que los precios no regulados reaccionaron, sobre todo, aquellos sectores que más sufrieron la retracción de la demanda por la pandemia. De esta manera, las empresas, principalmente, del sector servicios fueron recuperando márgenes sobre las ventas y así empezaron a reducir el desfasaje acumulado frente a los sectores que venían con un ritmo de aumento de precios mayor desde principios de la crisis sanitaria.

Ahora bien, pensando en lo que viene por delante, los analistas anticipan que este proceso continuará. Es más, señalan que el “gap” entre los sectores que más subieron los precios y que tuvieron un alto nivel de demanda respecto de los que tuvieron un bajo nivel de actividad ronda entre un 11 a 13%. Sin embargo, esto es solo una parte de la historia, porque se han acumulado varios desequilibrios entre los precios regulados que rondarían entre el 25 a 30%.

A esto se suma el retraso de los salarios que acumulan entre 8 y 10 puntos frente a la inflación promedio en casi el último año pero de más de 15 a 18 puntos contra los precios no regulados de sectores con altos niveles de actividad. De modo que el mercado aún espera que se vaya consolidando el proceso de ajuste de precios relativos.

Esto, en parte, se vio en los últimos meses donde los sectores que más han subido los precios son precisamente los servicios. Y descontando que entre paritarias, políticas de ingresos del Gobierno en año electoral y reajustes salariales pendientes llevarían a una recuperación del poder adquisitivo de los salarios el proceso de reajuste de precios relativos se acentuará dada la combinación de mejora del salario real, aumento de costos empresariales y un mayor nivel de demanda. Todo ello es lo que se conjuga para que los principales analistas manifiesten que las expectativas inflacionarias están más cerca del 45 a 50% anual que de la pauta oficial que fijó el ministro Martín Guzmán.

Fuente: Ambito.Com