En una increíble muestra de solidaridad y trabajo en equipo, vecinos y turistas de San Antonio Este, en el golfo de San Matías provincia de Río Negro, se unieron en un esfuerzo conjunto para rescatar a un grupo de más de 300 delfines que habían quedado varados, presumiblemente mientras escapaban de una familia de orcas.
La situación fue advertida por un grupo de turistas realizaron una salida para el avisaje de fauna marina. Al llegar a la orilla se encontraron con algo poco común, delfines que corrían el riesgo de quedar varados en la arena por la bajada del mar.
Sebastián Ortega, Coordinador de Áreas Protegidas, aseguró: “En los últimos años la bahía de San Antonio parte de la costa rionegrina, ha tenido numerosos varamientos, pero nunca en esta magnitud”.
Los delfines habían quedado encerrados en una hoya, encerrados por bancos de arena. Rápidamente, personal municipal, Prefectura Naval y vecinos formaron un “cordón humano” para guiarlos hacia un canal que les permitiría volver al mar abierto.
El trabajo coordinado por especialistas de la ESCIMAR y el CIMAS demandó varias horas y afortunadamente todos los delfines lograron regresar al mar con vida.
El uso de un cordón humano para salvar a los delfines es una táctica efectiva que ha sido utilizada en varias ocasiones en todo el mundo para rescatar a estos animales. Es una formación en la que las personas se unen para crear una barrera que guía a los delfines hacia aguas más seguras.
“Por suerte ya pasaron unas cuantas horas y no apareció ningún delfín muerto, es una noticia a nivel mundial. Es muy extraño que no haya muerto ningún delfín, el resultado fue asombroso. La gente se metió al agua y nadie dudó a pesar del frío”, dijo a TN Agustín Sánchez, uno de los vecinos que participó del rescate.
