23 abril 2024

Prevención: EVITAR AHOGAMIENTOS EN NIÑOS

Tener piscina en casa puede ser una gran fuente de diversión para chicos y grandes, pero configura un gran riesgo si no se tienen ciertos recaudos. Qué aspectos tener en cuenta a la hora de jugar en el patio.

Viernes, 12 de enero de 2018

La piscina es una de las fuentes de diversión por excelencia para los más chicos pero, al igual que las bañeras y otros recipientes con agua, puede configurar un gran riesgo si no se toman ciertos recaudos.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría informan que el ahogamiento es “una causa de muerte y discapacidad muy común en niños menores de 3 años” que “se puede evitar la mayoría de las veces”, por eso difunden una serie de consejos para tener en cuenta:

Vaciar por completo la bañadera inmediatamente después de usarla: recuerde que un niño puede ahogarse en pocos centímetros de agua.

No dejar baldes, palanganas y/o piletitas con agua (aun en verano) en el patio. Los fuentones que se utilizan para refrescar a los niños deben ser vaciados y guardados. Recuerde que el niño puede imitar a los adultos y llenar estos recipientes.

Impulsar por todos los medios la enseñanza organizada, placentera y completa de nadar correctamente a todos los niños a partir de los 4 o 5 años.

-  Utilizar chalecos salvavidas o similares. El modelo elegido debe permitir que el niño flote aún inconsciente, con la cabeza fuera del agua.

Mirar y vigilar al niño constantemente cuando se encuentra cerca o dentro del agua. Es la medida preventiva más importante, especialmente para el caso de niños pequeños que aún no tienen “noción del peligro” (hasta los 4 ó 5 años). Los padres que leen, consumen infusiones o bebidas, o practican entretenimientos diversos mientras sus hijos están cerca o en el agua, no pueden vigilarlos con eficacia.

- Ante el menor indicio, aunque sea dudoso, de que un niño tiene algún tipo de dificultad en el agua, la conducta inmediata debe ser sacarlo. Jamás dilatar esta maniobra preguntando qué le pasa. Eso se hará una vez que el niño esté fuera del agua.

- Hay factores que aumentan el riesgo de ahogamiento como permitir ruidos o bullicio desmesurados. La fiestas o reuniones, la falta de iluminación nocturna son factores de riesgo.

Enseñar a los niños a pedir auxilio y a respetar las indicaciones de los guardavidassea en la pileta, el mar, un lago, etc. Enseñar a los hijos a no emitir falsos pedidos de auxilio, así como a evitar con otros niños los “juegos de manos” en la piscina.

- Si un pequeño cae al agua, el rescate debe ser realizado sin zambullidas por cuanto el desplazamiento del agua puede alejar a los niños del lugar donde se los vio. Es necesario entrar al agua con suavidad. Ingresar y sacar a los niños del agua de brazos a brazos.

Toda pileta debe tener un cerco que la rodee por completo de una altura mínima de 1 m (óptimo 1,5 m), con una puerta de acceso que no pueda ser abierta por los niños. El cerco debe tener barrotes verticales que no permitan el paso de la cabeza de un niño pequeño. No dejar sillas de jardín próximas al cerco ya que pueden treparse y pasar.

No dejar objetos que llamen la atención dentro de la pileta ya que probablemente los chicos intenten entrar para buscarlos.