24 abril 2024

LAS LLUVIAS PONEN EN JUEGO EL FUTURO DE LA SOJA

 


Las próximas precipitaciones podrían mejorar el rinde del cultivo en 200 kilos por hectáreas y traer también alivio a lotes de maíz en distintos lotes bonaerenses, que se encuentran con signos de estrés hídrico.



Sábado 23 de febrero de 2019.

Una vez más, el clima juega su partido en la producción de granos argentina, en el marco de un año electoral y con un oficialismo que espera ansioso los dólares de la campaña 2018/19. En este caso y de acuerdo a estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), este fin de semana será clave para la producción de soja en zona núcleo.

Según estas proyecciones, si en los próximos días llueven 30 milímetros, la región podría pasar de 19 a 20 millones de toneladas de soja. “Pero también puede bajar de la marca de los 19 si las lluvias fallan.”, advirtieron desde la entidad rosarina, mientras los pronósticos climáticos indican lluvias moderadas en la franja central del país.

Si llegan las lluvias, es posible que se registre un incremento en los rindes promedio de la oleaginosa, que pasaría de 3.800 kg/ha a 4.000 kg/ha. “Hay en juego un millón de toneladas”, advirtieron desde la BCR. Como contraste, las elevadas temperaturas de los últimos días pegó de lleno en el estado de la soja.

Por el lado de los cultivos de verano bonaerenses, la Bolsa de Cereales porteña destacó que amplios sectores del centro y sur de la provincia “deberían registrar nuevas lluvias en el corto plazo a fin de revertir efectivamente el proceso de desecamiento de los suelos y sostener el potencial de rinde a cosecha”.

En el caso del maíz, si bien los pronósticos de lluvia permiten inferir que se mantendrán las estimaciones, hay algunas regiones de la provincia de Buenos Aires en donde se siguen con atención la evolución de las precipitaciones. Es el caso del oeste, Cuenca del Salado y centro de Buenos Aires, en donde lotes puntuales empiezan a mostrar signos de estrés hídrico. Más hacia el sur, la falta de humedad en los perfiles empieza a generalizarse, y los cultivos más comprometidos son aquellos que se sembraron en octubre.