23 abril 2024

CREAN UN DETECTOR DE MONOXIDO DE CARBONO

Estudiantes bahienses desarrollaron un detector de monóxido de carbono que llama automáticamente al 911.

Domingo 5 de noviembre de 2017.

Estudiantes de la Universidad Nacional del Sur, con sede central en Bahía Blanca, desarrollaron un detector de monóxido de carbono, que suele ser generado por el mal funcionamiento de estufas y calderas. Diseñaron la electrónica desde cero y puede hacer llamados telefónicos para alertar ante una emergencia. El prototipo ya está en funcionamiento y el año que viene tendrá una versión comercial.

Cuando Juan Ignacio Ruiz Díaz (28) y Emanuel Córdoba (25) debieron decidir cuál sería el trabajo final de la materia Computadoras Digitales —de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional del Sur (UNS)— decidieron abordar el problema de los escapes de monóxido de carbono. La idea era combinar un detector de este peligroso gas generado por estufas y calderas que funcionan mal con una alarma que además permitiera llamar de manera automática a números previamente agendados

El monóxido de carbono es un gas sin olor ni color, que no irrita las mucosas y que resulta imposible de detectar por quien lo está respirando, a diferencia de otros como el gas natural, que tiene un odorante para hacerlo fácilmente detectable.

El envenenamiento con monóxido de carbono se da porque este gas tiene mejor capacidad para unirse a la hemoglobina que el oxígeno y los síntomas de intoxicación son dolor de cabeza, náuseas, vómitos, agitación al respirar y mareos, que suelen confundirse con otro tipo de malestares o que no son advertidos en caso de que una persona esté dormida. Por esto resulta tan importante que la alarma sea capaz de alertar más allá del ambiente contaminado.

Ruiz Díaz y Córdoba diseñaron el dispositivo desde cero: usaron un microcontrolador de ocho bits Atmega 328, un sensor de monóxido de carbono, un módulo GSM para hacer las llamadas de teléfono, una pantalla LCD y una alarma sonora. Los estudiantes contaron con el asesoramiento del ingeniero Julio Paladino, coordinador regional de Seguridad y Medio Ambiente de Camuzzi Gas Pampeana en Bahía Blanca.

Ruiz Díaz y Córdoba diseñaron el dispositivo desde cero: usaron un microcontrolador de ocho bits Atmega 328, un sensor de monóxido de carbono, un módulo GSM para hacer las llamadas de teléfono, un display LCD y una alarma sonora.

En las estufas, la combustión con baja presencia de oxígeno produce monóxido de carbono y se puede detectar cuando la llama del calefactor no es de color azul, sino amarillo. También es producido por combustibles que tienen gran presencia de carbono en su composición, como el kerosén y el carbón. Durante este año ya hubo 1750 casos notificados de personas intoxicadas con este gas y anualmente suele haber alrededor de 200 muertes en todo el país por esta causa.