Una escuela de Bolívar a la que normalmente asisten cerca de 105 estudiantes recibió a apenas seis esta semana debido a la imposibilidad de transitar por los caminos anegados. El caso se suma al de otras localidades bonaerenses afectadas por las lluvias.
Jueves, 14 de septiembre de 2017
Asistir a clases en las localidades bonaerenses alcanzadas por las inundaciones se volvió una odisea para maestras y alumnos, quienes deben recorrer varios kilómetros para llegar a las aulas, siempre y cuando alguna calle se los permita.
“Tuvimos que cumplir horario en el Consejo Escolar, trabajamos con la inspectora, y la directora que vive cerca del campo atendió a seis alumnos que lograron llegar, de los 33 que tenemos en primaria. Secundaria no pudo ir y jardín tampoco”, detalló la mujer.
La docente resaltó además que en marzo y abril tuvieron varios días sin clases y que este fin de semana se agravó la situación con los cerca de 80 milímetros de agua que cayeron en sólo un día y medio.
“Nos tuvieron que evacuar en agosto. Estuvimos durante dos semanas y media a 15 kilómetros de la escuela. Tuvimos que adecuarnos a que otra escuela nos recibiera y no todos los chicos podían ir. Teníamos que enviar comisionistas para otros nenes que estaban en el campo y no podían salir”, contó.
Los maestros deben recorrer entre 50 y 60 kilómetros entre la ida y la vuelta para llegar a la institución, y los chicos salen de sus casas a las 11 de la mañana y regresan a las 8 de la noche por las dificultades a la hora de atravesar los sectores anegados.
“Es un reclamo que venimos haciendo desde febrero y todo se va emparchando, nada se hace bien. Necesitamos obra hidráulica en serio, no pasar una máquina después de casi un año en que no pasó ninguna. Necesitamos un constante mantenimiento de caminos y revisión para que no se hagan canales clandestinos”, se quejó Comas.
Esta situación se suma a la de otros distritos de la Provincia que sufrieron graves daños tras las lluvias continuadas y la falta de obras. Tal es el caso de Daireaux, donde la comunidad educativa improvisó un aula en una estancia para dar lugar a los alumnos de una escuela aislada por el agua y maestras de otra institución utilizaron una retro-excavadora para sortear un camino inundado.
Credito QM Noticias
