28 marzo 2024

"8M" DESDE ALASKA A LA PATAGONIA

Jueves 25 de enero de 2018.

A principios de enero la agrupación Ni Una Menos lanzó un comunicado para difundir un nuevo paro internacional.

El 8M es el nuevo horizonte del movimiento feminista argentino. El antecedente directo es el paro internacional y movilización del 8 de marzo pasado, que tuvo resonancia en más de 45 países y se gestó en las asambleas de mujeres (algunos meses antes) nucleadas en Buenos Aires y otros puntos del país.

Este año las voces del Ni Una Menos, que canalizan objetivos y demandas, impulsan una segunda vuelta bajo la consigna #NosotrasParamos. La cuenta regresiva involucra acumulación de fuerzas, agruparse para juntas elaborar consignas, buscar puntos de encuentro y formas de organización.

En línea con lo que viene sucediendo en los últimos tiempos en el ámbito nacional e internacional (la segunda Women’s March estadounidense de hace unos días atrás, las conquistas recientes de derechos en Islandia, el movimiento Me Too y su álgido debate con las feministas francesas, etc.), el contexto favorece que sigan saliendo a la luz temáticas que, por mucho tiempo, estuvieron silenciadas: el acoso sexual naturalizado, los femicidios, el debate del aborto, la violencia doméstica, la desigualdad económica, la feminización de la pobreza, la violencia hacia las mujeres trans, entre otras tantas cuestiones.

Un mapa se va dibujando en fucsia. Son los lugares de encuentro de las asambleas en nuestro país -desde La Toma, Rosario, a Neuquén- y otros puntos de Latinoamérica (Brasil, Bolivia, Paraguay) hasta Europa. La denominada Internacional Feminista (enlace de las agrupaciones locales e internacionales) junta fuerzas para comunicar las consignas del 8M.

El comunicado oficial, que puede leerse completo en la Web de Ni Una Menos, expresa: “Decimos paro internacional porque esta herramienta nos permite hacer visible, denunciar y confrontar la violencia contra nosotras que no se reduce a una cuestión privada o doméstica, sino que se manifiesta como violencia económica, social y política, como formas de explotación y de despojo que crecen a diario”.

Si bien los términos de la huelga no están definitivamente planteados (los puntos se irán acordando y seguramente en cada lugar de trabajo se plantearán opciones adaptadas) el llamamiento incluye –como el año pasado- a las organizaciones y a los sindicatos, a las estudiantes, a las docentes, a las trabajadoras de la economía informal, a las amas de casa (trabajo doméstico no remunerado). Lo que sí se acordó es la identificación con el color violeta –tradicionalmente asociado al feminismo- en lugar del luto negro.